Serie de collages animados de Violeta Lvare
Collage animado realizado en base a recortes de revistas viejas. Para esta pieza estuve investigando la representación de la mujer en revistas de los 50 y 60.
Soy Blancx y Libre animación realizada en base a los sucesos de Afganistan, subido a instagram con junto al siguiente texto:
En estos días todxs hablamos de Afganistan.
Nos interpela sobre todo por que estamos debatiendo nuestro lugar, el de la mujer.
De pronto los medios, aquellos que fueron la herramienta de dominio y de perpetuación del status hasta la actualidad, señalan y repudian las prohibiciones de este régimen sobre todo hacia las mujeres.
Siempre que los medios hegemónicos pongan algo es sus agendas, hay razón para cuestionar su verdadera motivación.
Afganistan fue víctima de ocupaciones, primero por parte de la Unión Soviética y luego por los Yankis, que usaron justamente el discurso de la privación de los derechos individuales como hipótesis de conflicto para ocupar este país, motivados por el saqueo de sus recursos naturales, como hacen siempre. A partir de ese momento un entramado de poderes se debaten los recursos de esta región como si la gente que viviera allí no tuviese posibilidad de elegir con sus valores y costumbres.
Nosotros como Colonia occidental primero deberíamos cuestionarnos de dónde salen nuestras libertades, que sentimos tan nuestras que nos habilitan a dar cátedra a otras culturas de que es lo bueno y lo malo.
Nuestras libertades se levantan encima de los propios cuerpos de lo que verdaderamente somos, de nuestros ancestros y cultura.
Nuestras libertades existen solo por que somos una colonia obediente que regala sus recursos y su tierra, la misma que nuestros antepasados consideraron madre y dios.
No te olvides que no bajamos de los barcos, acá ya había gente. Somos hijxs de la violación sistemática que el imperio tiñó de blanco y adornó con ciertos derechos para sostener la colonia.
Y no, a mi no me gustaría taparme la cara ni el pelo, ni abandonar mis derechos que conquistamos metiéndonos en las pequeñas ranuras que deja este sistema. Pero tampoco voy a avalar una nueva ocupación.
Me interesa mucho más escuchar las voces de esas mujeres y de esos pueblos ¿cuáles son sus necesidades? Solo escucho blancos hablando del tema y tampoco soy eso. Aquí también estamos siendo ocupados, saqueados y colonizados, económica y culturalmente.
Yo nunca, jamás, voy a estar en la misma vereda que nuestros captores.
Nos interpela sobre todo por que estamos debatiendo nuestro lugar, el de la mujer.
De pronto los medios, aquellos que fueron la herramienta de dominio y de perpetuación del status hasta la actualidad, señalan y repudian las prohibiciones de este régimen sobre todo hacia las mujeres.
Siempre que los medios hegemónicos pongan algo es sus agendas, hay razón para cuestionar su verdadera motivación.
Afganistan fue víctima de ocupaciones, primero por parte de la Unión Soviética y luego por los Yankis, que usaron justamente el discurso de la privación de los derechos individuales como hipótesis de conflicto para ocupar este país, motivados por el saqueo de sus recursos naturales, como hacen siempre. A partir de ese momento un entramado de poderes se debaten los recursos de esta región como si la gente que viviera allí no tuviese posibilidad de elegir con sus valores y costumbres.
Nosotros como Colonia occidental primero deberíamos cuestionarnos de dónde salen nuestras libertades, que sentimos tan nuestras que nos habilitan a dar cátedra a otras culturas de que es lo bueno y lo malo.
Nuestras libertades se levantan encima de los propios cuerpos de lo que verdaderamente somos, de nuestros ancestros y cultura.
Nuestras libertades existen solo por que somos una colonia obediente que regala sus recursos y su tierra, la misma que nuestros antepasados consideraron madre y dios.
No te olvides que no bajamos de los barcos, acá ya había gente. Somos hijxs de la violación sistemática que el imperio tiñó de blanco y adornó con ciertos derechos para sostener la colonia.
Y no, a mi no me gustaría taparme la cara ni el pelo, ni abandonar mis derechos que conquistamos metiéndonos en las pequeñas ranuras que deja este sistema. Pero tampoco voy a avalar una nueva ocupación.
Me interesa mucho más escuchar las voces de esas mujeres y de esos pueblos ¿cuáles son sus necesidades? Solo escucho blancos hablando del tema y tampoco soy eso. Aquí también estamos siendo ocupados, saqueados y colonizados, económica y culturalmente.
Yo nunca, jamás, voy a estar en la misma vereda que nuestros captores.